Creatividad e Industria, un motor de desarrollo

Fijar la mirada en un cuadro que ha captado nuestra atención por alguna razón, conmovernos al escuchar una pieza musical, quedar intrigados por el transcurrir de una historia en el cine, la televisión, el teatro, o en un libro, son todos actos que forman parte de un proceso creativo.

Nótese que hemos hablado de quien fija la mirada en el cuadro, quien va al teatro y quien ve una película, es decir, nos referimos al proceso creativo no sólo del autor, sino del espectador también.

La creatividad, sabemos, es una característica del comportamiento humano que implica la creación de algo nuevo, o sea, un concepto o idea en donde también se involucra la imaginación e inteligencia.

Las creaciones artísticas pasan por un proceso de interacción dinámico entre quien tiene la idea y quien la recibe, siendo éste último quien la interpreta de acuerdo a su propia subjetividad.

Ahora bien, existen múltiples formas en las que la creatividad se expresa. Ya mencionamos algunos ejemplos como el cine, el teatro, la literatura, o la pintura, pero la creatividad también se manifiesta en las fases por las que un producto final pasa para que el proceso de interacción entre autor y espectador se concrete, hablamos pues de actividades como el diseño o la publicidad.

Los procesos de creación en las artes, la cultura, y las cadenas productivas alrededor de ellos, son la base de las industrias creativas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO en inglés) define a las industrias culturales como: “Aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial” (Oficina de la UNESCO en Santiago; Cultura; Industrias Creativas).

Y a su vez, las industrias culturales se subdividen en las siguientes categorías (Red de Talentos Mexicanos en el Exterior):

• Arquitectura (urbanismo, paisajismo, interiorismo, etc.)


• Audiovisual (3d, cine, video, radio y televisión)


• Diseño (editorial, gráfico, interactivo, industrial, moda, etc.)


• Música (producción, grabación, ejecución en vivo, etc.)


• Software (videojuegos, sitios web, aplicaciones móviles, etc.)


• Publicidad (branding, comunicación, marketing, copy, etc.)


Industrias creativas regionales y locales

La producción y distribución de contenidos creativos se da en diferentes mercados, y uno de los más interesantes por la velocidad de su desarrollo, es el latinoamericano.

El mercado latinoamericano representa un bloque con diversas ventajas económicas al estar conformado por una gran comunidad de naciones con similitudes culturales importantes, y la lengua es quizá el principal.

El español es uno de los idiomas más hablados en el mundo, es la lengua oficial de 21 países y se prevé que para el año 2050 habrá cerca de 600 millones de hablantes, de los cuales 100 millones vivirán en Estados Unidos (Creative Industries: The Mexico Advantage, ProMéxico).

Esto implica que los países de la región no sólo representan un mercado de consumo, tienen también la necesidad y oportunidad de producir contenidos en español de calidad que permitan el desarrollo del sector.

Otro dato interesante es que México es el país líder en América Latina en cuanto a industrias creativas se refiere, ya que el sector contribuye con alrededor del 7% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, y sus exportaciones de bienes creativos son mayores que las del resto de América Latina y región caribe, juntas (Creative Industries: The Mexico Advantage, ProMéxico).

El camino por recorrer

Las industrias creativas han ganado un sitio clave en las agendas de desarrollo de diversos países, y como en México, han dejado huella de su importancia no sólo en términos económicos, sino socioculturales también.

Sin embargo, la brecha entre la consolidación de mercados, intercambio cultural, crecimiento y apoyo a los sectores de la creatividad en  países desarrollados, y los que están en vías de desarrollo, aún es significativa.

Por lo que el fortalecimiento de estas industrias debe trabajarse siguiendo el camino por el que ahora avanzamos, pero con mucho más énfasis en el intercambio internacional y la cooperación entre las regiones del mundo.

Esto se logra con un enfoque multidisciplinario hacia la calidad de nuestros productos como eje de cualquier iniciativa, y la profesionalización de quienes conforman las comunidades creativas nacionales, regionales y globales, articulando esfuerzos del estado, de agentes privados y sobre todo de la sociedad misma.

Por: Michelle Castro
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*Imágenes de WEB y del sitio de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana.