Master Class con Sugarbones en ESCENA

Cuando pensamos en animación, en ilustración, o en áreas artísticas similares, es común que vengan referencias fascinantes y mágicas a nuestra mente, es casi imposible no pensar en los clásicos de Disney, en las películas de Pixar, o en increíbles videojuegos.

Estas referencias están tan arraigadas porque forman parte de proyectos enormes y de gran alcance mundial, sin embargo, conforme pasa el tiempo y la tecnología evoluciona, se abren espacios para el éxito de artistas que quieren compartir sus creaciones, como Cheyenne Federiconi, también conocida como Sugarbones.

Cheyenne es de Ontario, Canadá, y mientras estudiaba arte también trabajaba como barista en cafeterías locales, y en otros empleos temporales que le permitieron sobrellevar sus estudios mientras se ganaba la vida como podía.

Así que no es de extrañar que en sus días hubiera prisas, contratiempos, limitantes; y arte. Sí, un panorama muy familiar para jóvenes artistas de todo el mundo, sin embargo, llegó la etapa en que Cheyenne dejó sus empleos temporales para dedicarse de lleno a sus creaciones, pero requirió trabajo y dedicación.

Cheyenne estuvo en ESCENA la semana pasada e impartió una Master Class a un grupo compuesto por nuestros alumnos y por asistentes externos. Esta clase tuvo lugar en el marco de la invitación que nuestros amigos de Wacom México le hicieron para visitar México y estar presente en varios eventos, y uno de ellos fue en nuestras instalaciones.

Al comenzar la clase, Cheyenne habló sobre sus inicios en el arte mientras bocetaba un personaje, esta dinámica hizo muy íntimo el ambiente porque parecía una plática común entre conocidos o compañeros de escuela, de esas en las que hay silencios y los trazos siguen, o hay charla con risas, anécdotas y todos participan poco a poco.

Cheyenne compartió varios puntos claves para cualquier artista joven que aspira a desarrollar una carrera exitosa en alguna institución o de forma independiente, y a continuación se los compartimos uno a uno:

-Arte con temática. Ella tuvo acercamiento a personas con dificultades en la vida como abusos físicos y psicológicos, especialmente mujeres, por lo que se interesó en que su arte mantuviera una esencia de diversidad, empoderamiento e independencia femenina, a través de algunos elementos sexuales y juegos de lenguaje.

-Estilo cambiante. Cheyenne nos compartió que tuvo una formación artística rigurosa y tradicional, y si bien fue de mucha ayuda en términos técnicos y académicos en general, ella considera que su forma de crear ha ido evolucionando y enriqueciéndose paulatinamente y a través de muchas experiencias, por lo que aconsejó a los asistentes, ser siempre curiosos; leer, conocer más artistas, y buscar inspiración en donde sea.

-Pasión. Este ingrediente es central, ya que sin él la vida de un artista puede complicarse mucho. Hay que pensar si el arte es lo suficientemente importante como para dedicarse de lleno, no dejar de practicar y tener el propósito de mejorar siempre, la pasión mantiene de pie a un artista incluso en tiempos difíciles.

-Redes sociales y tecnología. Cheyenne es firme creyente de las bondades del Social Media. Gracias a las tecnologías de información hoy se pueden lograr maravillas, ya que un artista puede dar a conocer sus creaciones sin intermediarios, y puede tener éxito rápidamente, además de conocer más gente inspiradora, y formar parte de grupos del mismo medio.

-Redes de amigos, colegas y nuevos conocidos. Este punto se liga con el anterior, ya que al tener mayor facilidad para conocer gente se forman amigos y colegas que en conjunto, hacen crecer la industria y abren más posibilidades para quienes están comenzando. Gracias a los amigos y conocidos, Cheyenne fue invitada a varios eventos, en donde ha vendido su arte, y se ha dado a conocer a públicos cada vez más numerosos y diversos.

-Inspiración constante. Esta no cesa. En ocasiones, de acuerdo a Cheyenne y a casi todo artista, llega la crisis creativa que hace tambalear a cualquiera y es muy difícil, parece que el arte no es el camino correcto, parece que no encontramos nuestro estilo, o que nunca hubo uno, pero su consejo es algo que parece simple: RELAJACIÓN. Estos episodios son temporales y hay que pasar tiempo de calidad con amigos, familia; hay que divertirse, descansar, distraerse, y tener la voluntad de regresar al arte con buena actitud.

-Valor a uno mismo, y al trabajo. Cheyenne nos compartió varias anécdotas sobre cómo valuar el arte propio, y cómo hacer que las relaciones con clientes (en el caso de artistas que trabajan por pedido) funcionen. Ella sugiere que los arreglos sean sabiendo el presupuesto del cliente desde el inicio, y ajustarse a él haciendo sugerencias sobre lo que se podría hacer mejor, pero siendo muy claros desde el inicio. También es conveniente establecer etapas de cambios y correcciones, para evitar que una vez avanzada la pieza se tenga cambiar drásticamente, con el fin de que el tiempo del artista sea invertido de forma justa.

-Gestión de ventas nacionales e internacionales. Cheyenne tiene una tienda en línea que gestiona con servicios como Pay Pal, ya que considera sumamente importante hacer todo lo necesario para hacer llegar sus creaciones a todo el mundo. El sistema de Pay Pal le ha resultado muy efectivo por su facilidad para hacer conversiones monetarias, y claro que manufactura sus piezas, ya que casi siempre los pedidos superan su capacidad de hacerlos ella sola. Es central mantener informados a los clientes, ya que las paqueterías varían en tiempos de entrega dependiendo del país, por ello hay que informar tiempos tentativos a quienes adquieran productos propios.

-Interactuar y ser parte de olas, tendencias, modas. Uno de nuestros alumnos preguntó a Cheyenne su punto de vista sobre seguir modas, “challenges artísticos”, o fan art; y ella consideró que ser parte de esas Olas Artísticas de Moda es válido y son una gran oportunidad para darse a conocer, ya que suelen ser movimientos con millones de participantes.

Además de práctica, también permiten que un artista mejore, conozca a otros colegas, y tome elementos que le servirán para seguir enriqueciendo sus estilos propios.

Cheyenne habló de muchas experiencias y sentimientos con los que los asistentes se sintieron identificados, y eso no solo sirvió de aprendizaje, sino de alivio al escuchar que una artista que hoy se dedica a lo que la apasiona y cuyo trabajo ha sido reconocido en distintos escenarios, tiene las mismas inquietudes que quienes apenas comienzan, y está dispuesta a compartir lo que ha aprendido.

 

Por: Michelle Castro

Imágenes: WEB


+Info: https://sugarbones.net/